Un catálogo o muestrario de productos, te permite mostrar tus productos y servicios de una forma atractiva y comercial a tus clientes y poder conseguir nuevos. Es una pieza de comunicación muy atractiva para ver y analizar, ya que permite la comparación de características de productos, precios y demás, con detenimiento y tranquilidad a diferencia de verlos en un negocio o local. Por ello es una pieza que dura mas tiempo en manos de las personas, que suelen guardar los catálogos, por si en un futuro lo llegan a necesitar, a diferencia de los volantes o folletos, que en caso de no interesarle se desprenden mas fácilmente de ellos. Además un catálogo bien diseñado, permite que tus productos se luzcan, que aparezcan vistosos y comerciales, que sea agradable de leer y de analizar, que tu marca y tu empresa se posicione y sea memorizada por la gente, además de la posibilidad de que sea una herramienta editorial, verdaderamente institucional y corporativa, que incluya una reseña o historial de la empresa, fotografías de la misma y del personal, carta a los lectores, la filosofía de la empresa, los datos de contacto y muchas cosas más.

Otra forma de comunicación no menos importante que el folleto pero si muy parecida a éste, es la que aportan los dípticos y los trípticos. Documentos con fines informativos o publicitarios que están doblados en dos o tres partes. Su principal función de informar convierte al texto en el elemento central del documento, debe tratarse por tanto de un texto de eficaz, con un lenguaje convincente y claro, así como establecer un mensaje definido.

A pesar de tener una función meramente informativa no basta con que el díptico o tríptico sea simplemente bonito, debe llamar la atención, ya que de lo contrario no se accederá al contenido del mismo.

Es por esto por lo que el diseño debe ajustarse muy bien al público al que va dirigido y sienta curiosidad. Es importante mencionar que la identidad corporativa de su empresa siempre ha de estar presente en este tipo de documentos.

Formatos:
El formato o tamaño, cambia en función de las necesidades del cliente. Según la dimensión y plegado del diseño del díptico, pueden clasificarse en:

Volante o Flyer: Contiene una sola hoja y dos caras.

Díptico: Compuesto por una hoja, un plegado y 4 caras.

Tríptico: Compuesto por una hoja, 2 plegadas y 6 caras.

Un cartel o un poster están hechos para captar la atención a las personas mientras, éstas, se encuentran en movimiento y para que sean visibles desde grandes distancias e impactantes por su gran dimensión.

Gráficamente un cartel o un póster debe presentar un correcto equilibrio de todos los elementos que contiene. Las imágenes, gráficos, fotos y textos deben representar una línea de comunicación que permita al ojo humano (y al cerebro) dirigirse de un punto de información a otro. Esto crea movimiento y dinamismo. Los puntos de información no son colocados por casualidad, sinó que son creados por el diseñador para influir en el lector.

Tu logotipo es la primera imagen que verán tus clientes potenciales cuando consideren hacer negocios contigo. Ya sea en tu membrete, tarjetas de presentación o incluso en un sobre, tu diseño transmitirá que tu empresa sea creíble, fiable y profesional. La imagen que tu negocio representa es una recopilación de todos tus materiales de mercadeo, comenzando por el logotipo de tu empresa. Tu logotipo debe reflejar qué es tu empresa y en lo que se esfuerza por llegar a ser.

La importancia de un buen logo:

Acertar con la identidad corporativa es algo de una importancia casi vital para una empresa. Si la imagen corporativa es correcta, se crea automáticamente en los futuros clientes un plus de confianza que favorece que tu negocio sea elegido frente a la competencia. La primera impresión cuenta mucho en un cliente, y cada vez que una empresa hace el esfuerzo económico de publicitarse, el diseño corporativo ha de actuar de forma contundente, diferenciándose de la competencia, y transmitiendo valores como originalidad, frescura, elegancia, dinamismo o fortaleza.